¿Quien soy?

Lucrecia Suarez

Aunque hoy me encuentro en el sur, mi historia comenzó en el norte, en Santiago del Estero, un lugar donde crecí rodeada de afectos, costumbres y paisajes que aún guardo con cariño en la memoria.
Soy Profesora para la Enseñanza Primaria, y desde siempre sentí una fuerte vocación por acompañar, enseñar, cuidar, crear especialmente con los Niños. Esa vocación fue una guía en mi vida, dándome propósito y también consuelo en los momentos difíciles.

Biografía

Me llamo Lucrecia Suárez. Nací en la capital, de la provincia de Santiago del Estero,
pero mi vida tomó forma en la ciudad de La Banda, donde crecí, trabajé y construí gran
parte de mi historia. Soy maestra de vocación y de corazón. Durante muchos años
dediqué mi vida a enseñar, a estar en el aula, rodeada de risas, preguntas curiosas y
miradas llenas de ganas de aprender. Trabajaba en una escuela de monjas, un lugar que
se volvió parte de mi identidad.
Pero la vida, como tantas veces sucede, me puso a prueba. Me separé, perdí a mi padre
—una ausencia que aún duele— y poco tiempo después me diagnosticaron” esclerosis
múltiple”. Esa enfermedad me obligó a dejar el aula, ese lugar que era mi segunda casa.
Ya no podía seguir el ritmo de los chicos, y aunque me dolió profundamente, entendí
que debía soltar. Me reubicaron en tareas administrativas dentro de la misma escuela. Y
aunque seguía cerca, no era lo mismo.
Fue un tiempo difícil. Me sentía desarraigada de mí misma, como si el mundo que
conocía ya no estuviera, o se me escapara entre los dedos. Pero en medio de todo eso, la
vida también me dio un respiro. Fui al cumpleaños de una sobrina que vive en el sur, y
ese viaje cambió mi rumbo. Algo dentro mío se encendió: el aire, el paisaje, la paz… y
la necesidad de volver a empezar.
Supe que en esa tierra lejana se necesitaban maestros, y sentí que quizás era el momento
de volver a intentarlo. Así fue como decidí mudarme al sur, con el alma abierta, con
temores, sí, pero también con esperanza. Porque a pesar de todo, sigo siendo maestra. Y
acá, en este nuevo lugar, volví a tener alumnos, volví a sentir esa chispa que me
sostiene.
Mi historia tiene momentos de dolor, de pérdida, pero también de coraje y de
reencuentro. No es perfecta, pero es mía. Y cada día que pasa, agradezco haber tenido la
fuerza de cambiar de rumbo y seguir” Adelante”.

«AGRADECIMIENTO»

Quiero agradecer de manera especial a mis hijos ,que son mi mayor motor y mi inspiración ,Ellos me enseñan cada día el verdadero sentido del Amor y me impulsan a seguir adelante aún en los momentos difíciles ,Este libro también es para Ustedes : María Florencia; María Betania; María de los Angeles y Juan Pablo . Gracias porque me sostuvieron con su Amor Incondicional en cada caída y celebraron conmigo cada paso. Ustedes son la razón por la que aprendí a transformar el dolor en fuerza y a ver la vida con esperanza.

Lucrecia Suarez

«Este libro no es solo mi historia, es el reflejo de que siempre se puede volver a
empezar, incluso cuando la vida parece detenerse.»

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